miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cómo educar a tus hijos sin dar nalgadas.

Cómo educar a tus hijos sin dar nalgadas

Los castigos físicos son innecesarios; te presentamos las mejores formas de educar a tu hijo 100% libres de golpes

Castigos sin nalgadas


  (Gettyimage)

Lo más importante

  • No se necesitan las nalgadas y los castigos físicos para lograr que tus hijos se comporten de la forma que quieres
  • Estas sugerencias necesitan práctica para obtener resultados

(CNN) — Noël Plummer no puede imaginar decidir golpear a su hija de ocho años como castigo. Ella solamente le dio a su hija una bofetada en una ocasión, sin pensarlo, cuando su hija, de entonces cinco años, armó un enorme berrinche.

Nunca más volvió a golpearla. Aunque reconoce que el castigo físico puede estimular a la obediencia de forma inmediata gracias al temor.

“Me interesa que mi hija respete mi autoridad y mis decisiones, y que adopte mis valores acerca de la conducta apropiada”, dice Plummer, una abogada que vive en Albany, California. “Cuando castigo a mi hija, le enseño la forma apropiada en la que debe comportarse”.

Por eso Plummer utiliza un sistema de premios para la conducta positiva y convive con ella. También decide qué conducta quiere y le avisa a su hija con anterioridad lo que espera: no hay sorpresas en su hogar.

“Se hace tarde”, le dice a su hija en el coche. “Cuando lleguemos a casa, quiero que te cepilles los dientes y te pongas tu pijama. Si terminas en 15 minutos, te leeré un cuento. Si no lo haces, no podré leerte un cuento esta noche”.

De la misma forma en que practicas un instrumento musical o el nado de dorso enseñarle a los hijos a comportarse correctamente en una variedad de situaciones requiere de preparación y mucha práctica.

A continuación unas sugerencias para empezar.

Decide lo que quieres


  (Cortesía SXC)

Antes de que tu hijo empiece el berrinche en la tienda de abarrotes o de que rompa un valioso jarrón, elige la conducta positiva que quieres que adquiera en lugar de la conducta negativa que quieres prevenir o castigar.

A menos que decidas enseñarle el comportamiento positivo —los buenos modales en la tienda de abarrotes o manejar las cosas delicadas con cuidado— tu hijo siempre regresará a la conducta negativa, dice el doctor Alan Kazdin, profesor de psicología y psiquiatría infantil en la Universidad de Yale, director del Yale Parenting Center y autor de El Método Kazdin para cuidar al hijo desafiante.

Con la práctica llega la perfección


  (Gettyimage)

Lo más importante

  • Con los niños pequeños puedes practicar con juegos de simulación para enseñarles la conducta positiva
  • Puede tomar entre una y tres semanas jugando una vez al día
  • Debes elogiar, abrazar y acariciar a tu hijo cuando se comporta de la forma en que quieres

Una vez que decides qué conducta quieres cultivar en tus hijos más pequeños, practica un juego de simulación para enseñarles la forma positiva de conducta.

Puede tomar entre una y tres semanas que tu hijo reemplace el comportamiento anterior con el nuevo. Elogia y abraza efusivamente a tu hijo por la buena conducta, (un adolescente tal vez sólo acepte un choca esos cincos o una señal de aprobación).

“Debes practicarlo un poco, de la misma forma que el hombre (el capitán Chesley Sullenberg, el piloto que amerizó en el río Hudson un Airbus 320 en enero de 2009) aterrizó el avión en el Hudson”, dice Kazdin.

“¿Puedes imaginar que alguien le dijera, 'no necesitas practicar en el simulador'? Debes lograr que esa conducta entre en el cuerpo de tu hijo, y después entre en su mente”.

Elogia la buena conducta


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Elogia a tu hijo cuando tome una buena decisión o actúe de la forma en que tu quieres. ¿Tu hijo de escuela secundaria en realidad te habla sobre un mal día? Dile que aprecias que hable contigo acerca de su día difícil antes de sugerirle una solución rápida.

¿Tu bebé guarda sus juguetes cuando se lo pides? Elógialo específicamente por hacerlo. ¿A tu hijo le gusta recibir correo? Envíale una carta en donde le dices que aprecias que aprendió a lavar su ropa.

“Intentamos conocer y reconocer cuando los chicos hacen algo bien, sin importar lo trivial que sea, en lugar de siempre centrarse en los aspectos negativos y en la disciplina”, dice Erik Botsford, padre de tiempo completo de unos gemelos de tres años. “Si los niños se comparten un juguete, siempre les señalamos que, 'es bueno compartir'. Es un reforzamiento positivo normal de cooperación y conducta positiva”.

Es necesario convivir


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El popular método de descanso (time out) de los padres que no creen en el castigo corporal no será efectivo en el largo plazo si no hay un momento de convivencia.

“Creemos que debemos hablar mucho con nuestro hijo, especialmente creemos en escuchar bien su punto de vista, y sus razones para hacer las cosas”, dice Andrew Grogan-Kaulor, profesor de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Michigan, cuyo hijo tiene 12 años.

“Hasta el momento nos funcionó muy bien. Los padres necesitan tener en cuenta que las inversiones que hacen con sus hijos en cuestión de amor, calidez emocional y el tiempo que pasan con ellos tienen poderosos efectos positivos en la conducta del hijo”.

Tranquilízate


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Lo más importante

  • Si estás enojado, espera un momento para calmarte antes de intentar educar a tus hijos, a menos que estén en peligro
  • Un solo golpe, insulto o grito puede dañar la relación entre padres e hijos

Tu hijo rompió la antigua mecedora de tu abuela y estás tan enojado que echas humo.

A menos que tu pequeño esté en peligro de sufrir algún daño, no debes educar a tus hijos mientras estés enojado (por su comportamiento o por cualquier otra cosa).

A menos que quieras que tu hijo aprenda a tomar decisiones rápidas mientras está furioso, toma un minuto para tranquilizarte. Respirar profundamente puede lograrlo, o quizá un rápido ejercicio de relajación, dice el doctor Robert Epstein, psicólogo investigador, escritor, exeditor de Psychology Today y padre de seis niños.

“Incluso sólo esperar unos cuantos minutos puede ser de ayuda, porque las emociones intensas normalmente desaparecen por sí solas rápidamente”, dice Epstein, quien desarrolló la prueba Epstein Parenting Competencies Inventory sobre las habilidades para educar a los hijos, disponible en MyParentingSkills.com.

“Un padre nunca debe dejar que el enojo guíe su forma de criar. Un solo golpe, insulto o grito puede ser traumático para el niño y también puede causar un serio daño a la relación entre padre e hijo”.

Conoce a tu hijo


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Lo más importante

  • Los consejos de los libros podrían no funcionar para todos los niños
  • Debes conocer qué es lo que funciona con tus hijos

Algunos hijos se portan más mal como repuesta a los tiempos de descanso. Otros son felices con el momento en que están solos. Es clave saber qué es lo que funciona con tu hijo, porque podría ser diferente a lo que se recomienda en los libros para ser padres. 

Para Crissi Dillon, de Petaluma, California, el castigo más eficaz que utiliza con su hija de trece años y con su hijo de diez años es darles una tarea adicional cuando alguno de los dos se porta mal.

“A ninguno de los dos les gusta limpiar, pero responden mejor a esta forma de disciplina a que se les quiten cosas”, dice Dillon, moderador y bloguero de SantaRosaMom.com, el blog para padres del periódico Press Democrat.

“Les ayuda a manejar el enojo que sienten mientras trabajan. Y en el momento en que terminan su trabajo, su castigo termina. Si el trabajo sólo se hace a medias, lo tienen que hacer de nuevo”.

 

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