viernes, 27 de enero de 2012

El trabajo extra aumenta las probabilidades de padecer depresión.

Los empleados que pasan 11 horas en su trabajo tienen más del doble de probabilidades de deprimirse que quienes trabajan solo ocho horas.
El riesgo de depresión afecta principalmente a empleados de puestos bajos o intermedios (Getty Images).
El riesgo de depresión afecta principalmente a empleados de puestos bajos o intermedios (Getty Images).

(CNNMéxico) — Quienes trabajan al menos 11 horas al día tienen más posibilidades de desarrollar depresión que quienes trabajan solo siete u ocho horas, según un estudio publicado por el diario médico PLoS ONE.

El reporte de la investigación, en la que participaron unos 2,000 funcionarios británicos, señala que el riesgo de deprimirse por trabajar horas extras es independiente de otras complicaciones laborales como situaciones de estrés, el apoyo de los compañeros, consumo de alcohol y cigarro o enfermedades crónicas.

Los empleados con mayor riesgo de depresión por el abuso de horas en el trabajo ocupan puestos bajos e intermedios, de acuerdo con el estudio.

Los efectos de las horas extras en la salud emocional fueron comprobados durante la década de 1990, cuando se analizó a los sujetos del estudio. "Trabajar horas extra predijo el inicio de un episodio mayor de depresión en un rango de edad media de funcionarios británicos", indicaron los investigadores.

Además de la salud mental, el exceso de tiempo laboral podría crear otras situaciones deteriorantes, como conflictos familiares o de pareja, o aumentos en los niveles de la hormona del estrés, cortisol, de acuerdo con el estudio.

"Además de la miseria humana, los desórdenes mentales a menudo derivan en un deterioro sustancial del trabajo y pérdida de días laborales", señala el estudio publicado en PLoS ONE.

El estudio no especificó cuánto tiempo puede un empleado mantener una rutina de 11 horas en el trabajo antes de sufrir un aumento en sus probabilidades de depresión.



Un asteroide del tamaño de un autobús pasará cerca de la Tierra

Un asteroide del tamaño de un autobús pasará a unos 59,000 kilómetros de distancia de la Tierra, sin representar una amenaza.
Las órbitas de la Tierra y el asteroide tendrán su mayor acercamiento el 27 de enero, según un diagrama de la NASA (NASA).
Las órbitas de la Tierra y el asteroide tendrán su mayor acercamiento el 27 de enero, según un diagrama de la NASA (NASA).

(CNN) — Un asteroide del tamaño de un autobús escolar pasará cerca de la Tierra este viernes, pero no representa amenaza al planeta, dijeron astrónomos de la NASA.
La roca, llamada Asteroide 2012 BX34, se acercará a unos 59,143 kilómetros de la Tierra, o a 17 veces la distancia entre la Tierra y la Luna, de acuerdo con la cuenta de Twitter Asteroid Watch, operada por la Oficina para Objetos Cercanos a la Tierra, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
"No pasaría de manera intacta a través de nuestra atmósfera aún si lo intentara", dijo la oficina sobre la roca de 11.27 metros de diámetro.
El asteroide pasará por su punto más cercano a la tierra a las 9:25 horas, tiempo del centro de México, de acuerdo a la NASA.
Observa un diagrama de la NASA para conocer las órbitas de la Tierra y el asteroide, así como cuando ocurrirá el mayor acercamiento.



martes, 24 de enero de 2012

Lluvia de ideas; 6 tips para que sí funcione.

Las sesiones de lluvia de ideas pueden repetirse una y otra vez sin lograr los resultados esperados. Presentamos seis consejos para alcanzar su potencial

Por George Webster.

1. No pienses fuera de los límites

  (Getty Images)
Lo más importante
  • En las lluvias de ideas un pequeño grupo participa y la mayoría se mantiene al margen
  • Si en tu trabajo hay reglas poco flexibles, evita las ideas que busquen romper esas reglas
  • Conoce bien el marco de la institución e intenta que todas las ideas se mantengan dentro de ese límite

(CNN) — Es una escena conocida: El jefe llama a una sesión de lluvia de ideas y todo el mundo obedientemente arrastra los pies para entrar en la sala de juntas, mirar el pizarrón blanco en intentar aportar nuevas ideas.

¿El resultado? Un puñado de participantes monopoliza la conversación, otros contribuyen ocasionalmente, mientras el resto permanece sentado esperando regresar a trabajar. 

Así que, ¿cómo transformar una ligera ducha de ideas en una lluvia completa?

Si la organización para la que trabajas tiene recursos limitados y políticas fijas, entonces pensar outside the box (fuera de la caja) no es útil, porque terminarás con un montón de ideas que no podrás implementar.

"En lugar de pensar fuera de los límites, deberías pensar dentro de un cerco cuidadosamente elaborado con la suficiente estructura como para ayudar a guiar tu pensamiento sin restringirlo demasiado", sugiere Coyne.

Al mismo tiempo, Brian Clegg, director de Creativity Unleashed, una firma de consultoría que ayuda a los negocios a aplicar métodos de pensamiento creativo, advierte sobre la sofocante creatividad artificial: "Es más fácil hacer práctica una idea fascinante que hacer fascinante una idea práctica pero aburrida".


2. Formula las preguntas correctas
 (Cortesía SXC)
  (Cortesía SXC)

¿Cómo lograr el equilibrio entre ideas pragmáticas e imaginativas? La clave puede estar en formular la mejor pregunta.

"Si hablas con los ganadores de los premios Nobel sobre cómo se les ocurrió su brillante idea, a menudo te dicen que fue fácil después de descubrir la pregunta, lo cual es la parte realmente difícil", dice el especialista Coyne.

Una de las preguntas más frecuentes y contraproducentes en los negocios es, "¿cómo podemos aumentar las utilidades?".

"Lo preguntaste millones de veces, así que no debe sorprenderte obtener las mismas viejas ideas. Debes obligarte a pensar más, con más rigor, y verlo desde diferentes ángulos", dice.

Por ejemplo, Coyne dice que podrías preguntarte cuál es el problema más grande para un cliente cuando usa tu producto, o qué usos poco comunes le dan tus clientes a tu producto. "No tiene que relacionarse directamente con el negocio, sino que es una manera útil para hacer que la gente empiece a dejar sus patrones normales de pensamiento".


3. Reduce y divide en más grupos
 (Getty Images)
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Lo más importante
  • Evita las lluvias de ideas de grupos grandes
  • Forma grupos de seis o siete personas para evitar que algunos elementos se escondan tras el protagonismo de otros


"A la sesión típica le falta enfoque y estructura", dice Shawn Coyne, coautor de Brainsteering: A Better approach to breakthrough ideas. (Dirigir al cerebro: Un mejor enfoque para conseguir ideas novedosas).

Si ya estableciste los parámetros para la sesión de la lluvia de ideas y seleccionaste cuidadosamente las preguntas que deben contestarse, no las formules al aire para que el grupo la discuta.

"Si hay 20 personas en la sala, tendrás a 3 personas hablando muy alto y a las otras 17 sin decir nada", advierte Coyne.

El autor y consultor de negocios dice que es mejor dividirlo en pequeños grupos de entre tres y cinco miembros.

"En nuestra investigación se muestra que estos son los números óptimos. Si sólo son 2, entonces uno terminará dominando. Si son seis o siete, surgirán los patrones naturales de conversación y el grupo subconscientemente se dividirá en dos subgrupos".

4. Haz una preselección
 (Cortesía SXC)
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Al elegir los subgrupos, es importante aislar a las personas "demoledoras de ideas" en su propia isla. Estas personas son quienes de una manera o de otra inhiben a los demás para hacer sugerencias.

Este tipo de personas vienen en tres formas: los habladores, quienes se acaban el aire de las personas menos comunicativas; los "expertos en el tema a debatir", quienes intimidan a los demás con su supuesto conocimiento superior, y los jefes, que pueden intimidar tan solo con su presencia en la sala.

Coyne dice que no hay nada de malo en elegir personalmente a los participantes de la lluvia de ideas basado simplemente en quién está mejor posicionado para contestar la pregunta.

"Si tiene más experiencia con el tema, trae al recepcionista, al vendedor o a los camioneros al salón, en lugar de invitar a los que tienen el puesto más impresionante".

5. Permanece enfocado
 (Getty Images)
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Lo más importante
  • Si la sesión es de dos horas, recomiendan dividirla para que los grupos se enfoquen en una sola pregunta cada media hora
  • En los primeros cinco minutos las ideas pueden ser mediocres y sólo después de explorar la idea te das cuenta de su potencial

Recuerda: tu grupo conoce la lluvia de ideas convencional, en donde las ideas en vienen en grandes cantidades y rápidamente, pero a menudo son superficiales, dice Coyne.

"En una sesión de dos horas, aliéntalos para que sus grupos se enfoquen en una sola pregunta durante media hora", dice. "Es bueno recordar que durante los primeros cinco minutos, la mayoría de las ideas son bastante mediocres y sólo después de abrirse camino y realmente explorar una idea te das cuenta de su potencial".

Con este espíritu, Manketelow recomienda que cada participante escriba su idea inicial en una hoja de papel y después lo pase a un colega, para que profundizar y desarrollar (la idea)".

"Independientemente del enfoque que tomes —dice—, es importante permitir que todas las ideas respiren y nunca debes ser demasiado negativo con la sugerencia (de otro colega). Al principio algunas (ideas) podrán sonar tontas, pero con un poco de mejoras, a menudo resultan ser las más fascinantes".

6. Haz grandes promesas y cúmplelas
 (Getty Images)
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Lo más importante
  • Debes dejar en claro a la gente que participa en la sesión que se trabajará realmente con los resultados del grupo
  • Para que la idea se convierta en realidad debe ser aprobada, así que parte de la sesión debes dedicarla a averiguar cómo presentar la idea los jefes

El organizador del grupo debe dejar claro que al menos una de las ideas que surja de la discusión tendrá resultados concretos, insiste Coyne. "Ahora todo el mundo sabe que juegan con algo verdadero y eso realmente enfoca el pensamiento", explica.

La misma persona debe mantener el ímpetu al dar seguimiento a la lluvia de ideas; mostrar su selección de ideas y explicar el motivo. "Los participantes cuyas ideas se eligieron se emocionarán. Quienes no fueron elegidos lo entenderán y en el futuro vendrán con sugerencias más en línea con el objetivo".

Para Brian Clegg, las empresas sólo aprovechan una fracción del potencial de una sesión de lluvia de ideas. "Es parecido a tener el último teléfono inteligente y usarlo sólo para hacer llamadas".

Recomienda usar la lluvia de ideas no sólo para generar nuevas ideas, sino para definir cómo hacerlas realidad. "Es fácil emocionarse demasiado con una idea brillante, pero para que se convierta en realidad necesita ser aprobada", dice. "Vale la pena pasar algo (del tiempo) de la sesión averiguando cómo vas a presentarla a los jefes".