jueves, 31 de julio de 2014

Un México revolucionario vivió (y casi participa) en la Gran Guerra

Durante los años de la Primera Guerra Mundial, México tuvo dos presidentes y 'estrenó' una nueva Constitución

Las revueltas producto de la Revolución Mexicana se extendieron por más de nueve años, hasta 1920 (EFE/Fondo Archivo Casasola/INAH).

Lunes, 28 de julio de 2014 a las 06:30 (CNNMéxico) — Una historia de espías y traiciones -nacionales y extranjeras- se vivía en México y en el mundo en la primera década del siglo XX.

Era 1914, y mientras México estaba en medio de la Revolución y buscaba constituirse como una nación y construir un gobierno estable y de leyes, en Europa se gestaba el primer gran conflicto mundial.

Durante los cuatro años que duró la Gran Guerra (1914-1918) México tuvo dos presidentes: Victoriano Huerta y Venustiano Carranza. El primero llegó gracias a una traición.

En 1913, Huerta capturó y asesinó al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez en un episodio conocido como la Decena Trágica. 

Aliado con el general Félix Díaz (sobrino del expresidente Porfirio Díaz) y Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México, Huerta dio un golpe de Estado.

El 19 de febrero de 1913 Huerta asumió la presidencia de México con la misión de apaciguar a los seguidores de Madero y traer paz al país. Pero no contaba con que desde su despacho en el gobierno de Coahuila, Venustiano Carranza armaba un ejército para derrocarlo.

A través del Plan de Guadalupe, Carranza desconoció el gobierno de Huerta y organizó a los sublevados en el Ejército Constitucionalista que tenía cuatro divisiones lideradas por Álvaro Obregón, Francisco Villa, Pablo González y Emiliano Zapata. Juntos derrocaron a Huerta, quien dejó el poder el 15 de julio de 1914 y se exilió en Barcelona, España.

Así como en México el asesinato de Madero había provocado nuevos conflictos, en Europa, el 28 de julio de ese año iniciaría, tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, la Primera Guerra Mundial.

Dos conflictos, dos continentes

1914 y los años que le siguieron –hasta noviembre de 1918 que terminó la Gran Guerra – no fueron de tranquilidad ni para México, ni para las potencias europeas.

Los aliados Francia, Inglaterra y Rusia luchaban contra otro bloque de potencias: Alemania, Austrohungría, el Imperio otomano (la actual Turquía) y Bulgaria.

En mayo de 1915 el barco británico Lusitania naufragó tras un ataque alemán; ese mismo año Italia entró a la guerra del lado de los aliados.

Mientras, de este lado del Pacífico, 1915 fue el año de las disputas, el hambre y el caos político. Los antes aliados constitucionalistas peleaban para solucionar sus demandas: Villa y Zapata por la repartición de la tierra y Carranza y Obregón por establecer un gobierno.

En 1917, tras celebrarse elecciones, Carranza ganó la presidencia y creó una nueva Constitución, que consagraba las garantías individuales, soberanía sobre los recursos de la nación y los derechos campesinos y obreros.

Para entonces los alemanes, bajo el gobierno del káiser Guillermo II buscaron un aliado en América para debilitar a EU: México.

Agentes secretos alemanes se acercaron al exiliado Victoriano Huerta que aceptó ayudarlos a vencer a Carranza, para que México se aliara con Alemania contra EU.

Huerta viajó de España a EU, pero fue detenido en Texas y encerrado en una prisión donde murió tiempo después. Los alemanes no se dieron por vencidos y buscaron a Villa quien con armamento alemán atacó Columbus, Nuevo México, lo que provocó que militares de EU entraran a México para buscar a Villa, sin éxito.

Entonces vino un tercer intento. El 16 de enero de 1917, el secretario de asuntos exteriores del Imperio Alemán, Arthur Zimmermann, envió un telegrama al embajador alemán en México, Heinrich von Eckardt, para buscar un acercamiento con el gobierno de Carranza.

En el famoso telegrama, el gobierno alemán pedía a su embajador que hablara con Carranza para convencerlo de entrar en guerra con Estados Unidos, a cambio, Alemania inyectaría fluidez a la economía mexicana y regresaría a México los estados de Arizona, Texas y Nuevo México, perdidos en la guerra de 1847.

Cuando Venustiano Carranza se enteró del ofrecimiento alemán, organizó una comisión especial para informarse del asunto y tomar una decisión.

Recuperar el territorio perdido era una buena oportunidad para el país, pero eso significaría guerra con Estados Unidos en un momento en que México aún enfrentaba división interna, por lo que Carranza rechazó la oferta.

1918 fue un año de pérdidas para el imperio Astrohúngaro. Estados Unidos interviene militarmente en la guerra, lo que hace definitiva la victoria de los aliados. La Gran Guerra terminó el 11 de noviembre a las 11 de la mañana.

En México, Carranza gobernaba con una nueva Constitución. Para 1919 Estados Unidos había reconocido su gobierno y parecía que después de nueve años de revueltas el país se encaminaba a la paz. 

sábado, 26 de julio de 2014

Diez beneficios saludables del tequila.

La bebida data de la Conquista Española pero retomó fuerza a partir de la Revolución Mexicana.


La bebida puede ser utilizado para combatir un resfriado hasta ser un afrodisíaco.

CIUDAD DE MÉXICO (24/JUL/2014).- El tequila  es una de las bebidas que siempre se relacionan con el orgullo mexicano, un trago que solo toman los conocedores de sus efectos, un sabor como el de ningún otro néctar, que nos reafirma como nacionales y nos hace tener ganas de gritar ¡Viva México!.

De la mera cuna del Mariachi, el tequila es un aguardiente que se fabrica en Jalisco, mediante un proceso de destilado del fermentado que se obtiene de la planta del agave azul, en el cual se encuentra una pequeña piña a la que se llama mezcal o maguey.

Con una historia que data desde los años de la Conquista Española, pero que retomó fuerza a partir de la Revolución Mexicana, el tequila es una bebida que se ha producido en México, con mayor actividad, desde la mitad del siglo XX, cuando afianzó la exportación a países de América y de Europa.

El tequila tiene por lo mismo una denominación de origen que coloca a nuestra región geográfica, es decir México, como un país en el que se produce la bebida de manera originaria, cuya calidad es característica exclusiva de ésta, lo que le da esta calidad a nuestra nación.

El tequila es como siempre, uno de los mejores aliados de la imaginación y del mal de amores ¿por qué no? Te presentamos diez beneficios que no sabías del tequila.

1) Conciliar el sueño. Uno de los mejores remedios si sufres de insomnio es tomar un caballito de tequila antes de ir a la cama. Ayudará a que concilies el sueño de una manera más fácil. Funciona como un relajante muscular por lo cual te sentirás libre de presiones.

2) Disuelve grasa. Ayuda a que los niveles de colesterol en la sangre disminuyan, por lo cual ayuda a que tengas una mejor salud cardiovascular. Además es útil para que el metabolismo sea más rápido y quemes grasa.

3) Favorece la absorción de calcio. Si sufres de problemas en los huesos o solo quieres cuidarlos, esta bebida es un gran aliado, pues permitirá que la manera en que tu cuerpo absorbe el calcio sea más rápida y profunda.

4) Optimiza funciones cardiacas. Debido a que ayuda a disminuir el colesterol, también mejora la presión arterial, lo que evitará que seas un candidato a un paro cardiaco.

5) Mejor la salud intestinal. Estudios recientes han demostrado que el tequila es uno de los mejores aliados en las enfermedades que se generan en el colón, por ejemplo, la colitis, el síndrome de intestino irritable o incluso, el cáncer.

6) Contrarresta la diabetes. Cuando se tiene diabetes, no se produce la cantidad de insulina necesaria para el cuerpo o no la aprovecha de manera adecuada, en este contexto, estudios demuestran que el agave estimula la hormona GLP-1 lo que incrementa la producción.

7) Para el resfriado. No es broma cuando la gente te recomienda un caballito cuando estás resfriado. Una mezcla de tequila con jarabe de agave y jugo de limón fresco podrían ser la solución cuando de quitar la gripa se trata.

8) Es bajo en calorías. La planta de agave es conocida por ser baja en calorías además de ayudar a disminuir el apetito y disolver las grasas, solo hay que tener cuidado cuando se trata de una bebida que mezcla el tequila con el azúcar, como las margaritas.

9) Es afrodisíaco. Es conocido por sus propiedades afrodisíacas, sobre todo para el organismo femenino, lo que lo coloca como una de las bebidas preferidas de ellos, algunos tragos que te recomendamos en el Tequila Sunrise o una típica margarita.

10) Calma la ansiedad. Ayuda a que controles este trastorno, debido a que funciona como un relajante natural que te ayudará a calmar los nervios.


jueves, 24 de julio de 2014

Lo que debes saber del tequila


Te presentamos algunos datos para que conozcas más sobre esta bebida típica mexicana
 
CIUDAD DE MÉXICO (24/JUL/2014).- Reconocido en el mundo como la bebida mexicana por excelencia, lo celebramos en el Día Nacional del Tequila.
 
1.- De acuerdo con el Consejo Regulador de Tequila, esta bebida es un aguardiente elaborado a partir de la destilación del mosto fermentado que se obtiene del agave azul o tequilana Weber. Al corazón de la planta, semejante a una gigantesca piña, se le denomina "mezcal".
 
2.- La popularidad de la bebida se expandió después de la Independencia de México, cuando no llegaban fácilmente al país los destilados españoles.
 
3.- Desde 1974 la bebida está protegida por la Denominación de Origen, es decir, sólo se puede llamar Tequila al que cumpla con todos los requisitos establecidos en la Norma Oficial, sea fabricado por productores autorizados y en algunos municipios de los estados de Jalisco, Guanajuato; Michoacán, Nayarit y Tamaulipas.
 
4.-Las grandes estrellas del cine mexicano, como Pedro Infante o Jorge Negrete, la hicieron parte de sus historias en las películas, sin embargo, lo bebían de golpe, lo que es incorrecto. Se debe tomar primero un pequeño trago y dejar que recorra toda la boca para acostumbrar el paladar y después continuar con otro trago. El limón y la sal se hicieron populares como una forma de hacer que el sabor no fuera tan fuerte para los extranjeros. Los expertos sugieren tomarlo solo.
 
5.- De acuerdo con la norma mexicana que rige a la bebida, esta puede ser comercializada en cinco presentaciones, ya sean envasadores nacionales o extranjeros: Blanco, Joven, Reposado (que debe madurarse por lo menos dos meses en barricas de roble o encino), Añejo (un año en maduración en barricas de no más de 600 litros) o Extra añejo (tres años en barricas de no más de 600 litros).
 
6.- Existen dos tipos de tequila, los que están elaborados con un 51 por ciento de agave tequilana Weber y obtienen el resto de sus azúcares de piloncillo o caña de azúcar, o los que tienen una mayor calidad fabricados 100 con tequilana Weber.
 
7.- Existe un circuito de tequila en los alrededores de Pénjamo, en Guanajuato, donde también existe la Denominación de Origen. Te lleva http://www.xanharati.com
 
8.- En 2006 la UNESCO declaró el paisaje agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila, como Patrimonio de la Humanidad.
 
9.- En la Ciudad de México visita el Museo del Tequila y el Mezcal, localizado en Plaza Garibaldi en la Colonia Centro. Ahí conocerás más acerca de la bebida y puedes probarla. Tel. 5529 1238 http://www.mutemgaribaldi.mx
 
10.- En Guadalajara toma el José Cuervo Express un tren que te lleva al pueblo de Tequila en donde se encuentra Mundo Cuervo donde verás el proceso de fabricación de la bebida. En el camino disfruta de bocadillos y bebidas a base de tequila. Costo por persona desde mil 350 pesos. Tel. 01 800 523 977 377. http://www.josecuervoexpress.com

lunes, 31 de marzo de 2014

Las Haciendas en México.

Las Haciendas en México.



Los antecedentes

Las haciendas eran un modelo económico que data desde la época de la Conquista de México por los españoles, donde las grandes extensiones de tierra —entre dos mil 500 y tres mil hectáreas— se les daban como premio a los conquistadores. Hasta antes de 1650, a las haciendas se les llamaba estancias. 
En México, el sistema de las haciendas fue un modelo económico por más de tres siglos que hacía funcionar en buena parte la economía del país, pues en ellas se producían granos, animales y se extraía metal. Por eso se volvieron importantes.

Era un conjunto de bienes y riquezas con una estructura arquitectónica muy definida que un individuo posee; esto contrasta con la cantidad de gente que se necesitaba para que el latifundio marchara y fuera casi autosuficiente, que poco requería del exterior.

Este tipo de construcciones se diseñaban con base en determinadas jerarquías. Primero se hallaba el casco de la hacienda, que albergaba las habitaciones del hacendado y su familia con el estilo imperante en esa época. En seguida estaban las oficinas del administrador y su casa. Después la casa del caporal y los mayordomos, la capilla y la tienda de raya.

Alejado del casco de la hacienda se encontraban las casas de los caballerangos, los peones, hasta llegar a los humildes jacales de los campesinos, quienes eran los que realmente trabajaban el campo.

En su libro “Por las Haciendas de Jalisco”, Olivia Campos de Gallo señala que el surgimiento de dichas haciendas  comienza en el siglo XVI, cuando la corona española compensó los servicios de ciertos conquistadores mediante las llamadas “mercedes”; es decir, una recompensa o regalo a favor, en virtud de la falta de metales y piedras preciosas que, cuando se embarcaron, soñaron encontrar fácilmente en América.
De acuerdo con la tradición medieval, “todo era Dios”. Mientras que las almas y el más allá eran responsabilidad del Papa, los bienes y cuerpos de acá eran a gusto del emperador. Así que el Vaticano hizo un Tratado con el Rey de España y le había concedido el patronato de la Iglesia en ese continente.

En consecuencia, en las tierras recién incorporadas a su dominio material, su majestad no sólo podía mercedar tierras a quien quisiera gratificarle sus servicios sino que también estaba en condiciones de encomendarle indios para que se cumpliera, “como Dios manda”, con los preceptos vitales de los católicos y de esta manera alcanzaran la eterna salvación.

Fue así que las mercedes lograron trascender varias generaciones y dieron lugar a las haciendas que se repartieron a lo largo y ancho del territorio, convirtiéndose en unidades de producción autosuficientes. De modo que los primeros hacendados coexistieron con indios y peones en el mismo predio.
A diferencia de la casa de los peones e indios (modestas e incómodas), las de los patrones eran construcciones cómodas y elegantes.

En el olvido

La restauradora Nieves Campos Meyenberg explica que dentro de las haciendas se comenzaron a generar núcleos de población, y por ende clases sociales, donde la clase dominante que eran los dueños cometían abusos explotando a sus trabajadores y así creando clases sociales marginadas.

Por un lado, el hacendado y su familia tenían todo a su favor, ya que disponían de la oportunidad de irse a estudiar a Europa. Los propietarios eran los acaparadores de la economía y de los llamados latifundios, pues era un solo dueño para la finca agraria con una gran extensión de terreno. Y por otro lado se encontraba la clase explotada, que eran los que trabajaban para los hacendados, una especie de esclavitud solapada, pues aunque no se le llamaba de tal forma, los abusos a esta clase social tenían la aprobación de los gobiernos federal y central de aquel entonces.

Estos jornaleros iban a las tiendas de raya a comprar  lo necesario para sobrevivir, de manera que había ocasiones que no les alcanzaba para pagar, por lo que se les prestaba dinero y la próxima vez que iban se les descontaba lo que debían más lo que se volvían a llevar. De tal manera que esto se convertía en un cuento de nunca acabar, aunado a que no sabían leer ni escribir, así que las cuentas, que de por sí eran largas, el encargado de la tienda las hacía más todavía.

El sistema hacendario sometía a los peones a la esclavitud. Hasta que en 1910 sobrevino la Revolución Mexicana, cuyas bases era acabar con la explotación hacia los campesinos. El comienzo de este movimiento revolucionario surge, precisamente, en las haciendas de Morelos, con Emiliano Zapata.
Fue un proceso que duró años, aproximadamente hasta 1918, con la expropiación de las últimas tierras de las haciendas que fueron saqueadas, abandonadas y que, muchas veces, concluía con el asesinato de los hacendados.

Es por eso que se volvió un fenómeno no estudiado en nuestro país, de cierta forma por lo que representaba: esclavitud y explotación, además de que los límites geográficos no eran los mismos.

El saqueo y abandono 

Anteriormente, la división geográfica era diferente. No había municipios, se les llamaba cantones, equivalentes a dos o tres municipios actuales. 

Al momento de expropiarse las haciendas, se les repartieron a los campesinos y sólo se dejó el casco y la capilla para los descendientes de los hacendados, pero como estaban saqueadas y destruidas, no les interesaba atenderlas, por lo que las abandonaban o las vendían.

Además, los vecinos de esas tierras iban y robaban materiales como piedras, maderas o ladrillos para construir sus hogares, hasta que fueron desapareciendo, menciona Nieves Campos.