martes, 10 de abril de 2012

Respirar correctamente es tan importante como dormir y comer bien.

Una mala oxigenación es una de las causas de estrés para el cuerpo y la mente; aprende a respirar de manera correcta

Por Marisol González Ficachi
Lunes, 09 de abril de 2012 a las 13:42



(BALANCE) — Reconocer nuestra respiración y reaprender a respirar es algo muy necesario en nuestros tiempos, ya que la velocidad con la que llevamos a cabo nuestras actividades puede crearnos un desequilibrio debido al estrés. Entender el proceso de la respiración es tan importante como alimentarte adecuadamente y dormir lo suficiente.

Una mala respiración no solo no nos ayuda a superar esta sensación de falta de oxígeno, sino que podemos caer en una crisis, por lo tanto la respiración irregular está asociada con neurosis y trastornos mentales.

"La falta de aire o de respiración profunda, es una de las causas de estrés para el cuerpo y la mente", aseguró Jorge Espinosa, maestro de yoga y director de Centro Kiai. "Es indispensable respirar conscientemente y oxigenar adecuadamente todo tu sistema".

En el libro Pranayama & Prana Vidya, Swammi Niranjanananda sostiene que el rango y la profundidad de la respiración son regulados por factores como el ejercicio –en este caso aumenta la actividad metabólica-, las emociones, los pensamientos e incluso factores externos.

"La respiración suave y lenta indica un estado de relajación en cuerpo y mente, mientras que una respiración irregular generalmente se traduce en un estado de tensión.

"Con otros estados emocionales como la ansiedad, el respirar se vuelve rápido y superficial; el enojo trae también respiraciones cortas y forzadas. Y la depresión genera un respirar en forma de suspiro aletargado y desgastado", explica Niranjanananda en su libro.

Conoce tu respiración

Al respirar conscientemente podemos obtener mayor cantidad de aire en los pulmones. La respiración inconsciente o la vital –la que sucede cuando ni notas que respiras– obtiene medio litro de aire, mientras que al practicar la respiración yóguica, puedes obtener hasta cinco litros de aire, permitiendo mayor intercambio de gases en la sangre.

Al inhalar, el aire entra por las fosas nasales, pasa a la garganta, llega a los pulmones y los expande en tres dimensiones: arriba y abajo, al frente y hacia atrás, y hacia los costados. Simultáneamente desciende el diafragma; se puede ver y sentir su movimiento en el vientre. De la misma forma, el aire regresa del diafragma y es expulsado suavemente después de pasar por los pulmones, la garganta y las fosas nasales.

La respiración es un ciclo que abre y cierra, comienza y termina, recibe y da.  Y como todo ciclo, es de suma importancia que se realice con armonía, balance y naturalidad.

La ciencia del pranayama

En la práctica de yoga, el prana es la energía universal que une a todos y nos da la vida. No es el aire, pues podemos dejar de respirar a momentos y seguimos vivos. Es la energía que permite la vida. Por lo tanto, pranayama es la ciencia del incremento de prana en el cuerpo o el control de la respiración.

Se practica a través de técnicas basadas en la inhalación (puraka), la exhalación (rechaka) y la retención (kumbhaka).

Hay tres formas de llenar el cuerpo de prana: a través de la alimentación, de la luz solar y de la respiración. Con el pranayama,  se purifica el cuerpo, la mente, las emociones; se desarrolla la conciencia y se obtiene una vitalidad que quizá nunca has experimentado.


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