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viernes, 15 de febrero de 2019

De un códice al Cerro del Culiacán





A finales de los años 90, el arqueólogo e investigador Julio Jorge Celis Polanco, se encaminó a hacer un largo viaje hasta Guanajuato; siguiendo al pie de la letra, un códice: tratado de cartografía indígena, todo para comprobar que Aztlán, es el Cerro del Culiacán.

























Julio Jorge inició sus investigaciones cuando era estudiante de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENHA), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), como parte de sus trabajos para realizar su tesis de Licenciatura, misma que después se convertiría en un libro completo y complejo de aproximadamente 500 páginas llamado: “La Montaña donde nació el Pueblo del Sol”, que ilustra y explica sin dejar lugar a dudas, por qué el cerro del Culiacán es Aztlán.


Asesorado por el ilustre Doctor Román Piña Chan, y en base a los trabajos inconclusos del famoso Antropólogo Paúl Kirchhoff (1960), Celis Polanco inició el trabajo para tratar de encontrar la “Montaña Sagrada”; origen de la mexicanidad, la cual, se ha pensado por años: que no existe, que es mítica.

Sin embargo, a través de los años, los historiadores e investigadores, y hasta aficionados a la historia, se han aventurado a descubrir el origen de los aztecas y dar con la “tierra prometida” de Aztlán.

Aztlán, o Aztatlan es el lugar donde habitaron los abuelos de los Aztecas, de los mexicas, de los primeros mexicanos, el lugar donde nacieron todas las culturas mexicanas.


“En los sesenta, el reconocido Antropólogo Paúl Kirchhoff compara y traduce las fuentes antiguas, con el Códice de la Historia Tolteca Chichimeca, que es un tratado de cartografía indígena, y es cuando se tienen las verdaderas bases para localizar el lugar buscado; el Teoculhuacán, Aztlán, Chicomoztoc, él dice que este lugar, se encuentra en la Región del Bajío de Guanajuato, a un lado del Río Lerma, es la montaña Culhuacán” explica Celis Polanco.


Inicia investigación

De acuerdo con el arqueólogo, basado en el Códice de la Historia Tolteca Chichimeca, en 1997 hizo un viaje de seis días a pie, desde Cholula hasta el Teoculhuacán Chicomoztoc Aztlán, en Guanajuato, el mismo viaje de seis días que hicieron, también a pie, dos embajadores toltecas, al Coalhuatepec, para pedir ayuda a los guerreros, antiguos chichimecas que vivían en Aztlán, eso les había ordenado su Dios, para que esos guerreros les ayudaran a ganar la guerra contra los xochimilca.

“La ruta y el camino que realizaron los embajadores toltecas, lo recorrimos físicamente, como un experimento comprobatorio, mis acompañantes fueron los “chalmeros”; son personas que hacen el recorrido a pie a chalma (...), me basé en el mismo códice de cartografía indígena en el que se basaron los toltecas y ¡llegué a Guanajuato!; cuando vi la montaña, no lo podía creer, dije: ¡sí es!, yo nunca la había visto antes” platicó Julio Jorge.

Desde que descubrió “la Montaña Sagrada”, no ha dejado de realizar observaciones y anotaciones de lo que ha descubierto, en lo que asegura, fue Aztlán, origen de los mexicanos. 

Luego de años de investigación documental y de campo, el arqueólogo empezó a escuchar las leyendas de los actuales pobladores de las faldas del Cerro del Culiacán.

Incluso, los habitantes más viejos de Cañada de Caracheo, -un lugar “mágico” ubicado en las faldas del Cerro-, cuentan la leyenda que dice: que de una de las cuevas, hace muchos años, salió un “águila que hablaba” (Huitzilopochtli) y según el relato mítico-religioso, fue la misma águila que les dijo a los antiguos pobladores que fueran a fundar México. 

El arqueólogo se dio cuenta que las leyendas coincidían con sus investigaciones y después se entusiasmó, cuando descubrió las cuevas en las que hay pinturas rupestres, restos de vasijas prehispánicas y hasta un perro xoloezcuintle momificado y restos humanos.

Todas las conclusiones confirmarían, lo que Paúl Kirchhoff había dicho ha

‘El arqueólogo rebelde’

Porta un gorro de explorador, polainas para protegerse de víboras y espinas que hay en el Cerro, un pañuelo rojo en el cuello, un machete en la cintura y una mochila de explorador que usa para llevar sus víveres en las visitas que realiza a la Montaña.

La gente de la zona lo conoce como el “arqueólogo rebelde”, por asegurar que en Guanajuato está el origen de las culturas mexicanas, a pesar de que la investigación no ha sido aceptada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA). Aunque sí por investigadores reconocidos de la UNAM y del Colegio de Michoacán.

El Arqueólogo, miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de la cual también es miembro activo de la Sección Académica de Investigación y Estudios Históricos, explicó que durante 500 años, ha habido personas que se han dedicado a buscar el origen de los mexicanos, la mayoría son “románticos o fanáticos de la historia antigua”, pero asegura, “muchos han malinterpretado las fuentes documentales o forzado los datos, algunos por “amor a la patria Chica” o por intereses políticos y afinidades ideológicas”.


Celis Polanco, cuenta en su libro, que es por eso que hasta en los Estados de Nayarit, Zacatecas, San Luis Potosí, Sonora, Sinaloa y hasta Nuevo México, en Estados Unidos, se disputa el origen de la mexicanidad. 

Contó que incluso en Nayarit, los que conocen del tema, se molestan si les dicen que ahí no es el origen de los mexicanos, pues narra en su libro que “Chavero aseguró que Mexcantitlán, una isla ubicada en Nayarit, era el verdadero origen de los Aztecas, pero sin más respaldo que el nombre...

En un apartado especial, asegura que años después, hubo discusiones con respecto al origen de los mexicanos, y “en 1980, Raúl Romero Gallardo, en ese entonces director de turismo en Nayarit, aseguró que Nayarit era el origen de la mexicanidad, aún y cuando los estudiosos habían rechazado la teoría por falta de pruebas contundentes”, explica en su libro. 

Y fue en 1982 que el entonces Presidente de la República José López Portillo, develó un busto en honor a su padre José López Portillo y Weber, donde afirma que Mezcaltitán, Pueblo de San Felipe Aztatán, es Aztlán....incluso lo hizo oficial, por ser Presidente de la República.


El arqueólogo platica en su libro, que de 1989 a 1990 el Gobernador en ese entonces en Nayarit, encargó un trabajo de investigación al arqueólogo Raúl Arana del INHA y en el cual también participó Celis Polanco, para localizar evidencias sobre el origen de la mexicanidad,pero no hallaron nada, “sólo basura del siglo de finales del XIX y XX” aunque el Gobernador les exigió que dijeran lo contrario..., incluso bajo amenazas.

De acuerdo con el libro de Celis Polanco, recientemente la Universidad de Barcelona (2007) y Argentina realizó un estido de ADN mitocondrial y antropología física de la morfología de los cráneos de los habitantes de Tlatelolco y Tenochtitlan de la época Azteca, con la finalidad de hacer un seguimiento de los genes de los Aztecas “y los resultados son asombrosos, pues los cráneos no coincidían ni con los del Sur, ni con los el Norte, sino de las cuencas de México en las Zonas Centrales, entre las cuencas del Sur de Guanajuato y Michoacán, justo donde está el Cerro del Culiacán” explica…

Read more: https://www.am.com.mx/2016/05/29/irapuato/local/de-un-codice-al-cerro-del-culiacan-287845#ixzz5GFJyaZjq

Entrevista al Arqueólogo Julio Jorge Celis Polanco en el 2º Coloquio Multidimensiones Culturales

Conferencia del Arqueologo Julio jorge Celis Polanco

viernes, 21 de septiembre de 2018

Reseña de la Alborada 2018


La Reseña de la alborada será hoy  viernes 21 de Septiembre hay tres contingentes LA AURORA, LA ESTACIÓN, Y EL VALLE DEL MAÍZ, los tres iniciarán el recorrido a las 5:00 pm, el de la Aurora es el que inició la tradición de la Alborada allá por el año de 1924, recorre calzada de la Aurorá, Hidalgo para llegar a la esquina de Canal en donde estará el contingente que viene del puente de Guanajuato. Ahí se integra a la Aurora y continuarán lado poniente del Jardín , explanada del jardín, Correo dando vuelta en Corregidora y ahí los estarán esperando los que vienen del Valle del Maíz para continuar por San Francisco lado poniente del Jardín y finalmente a la explanada, donde desarrollará un programa especial. .

HISTORIA DE LA ALBORADA


Corría el año de 1924 cuando se realizó la primera alborada para la festividad de la  Inmaculada Concepción , venerada el 8 de Diciembre, en el templo ahora conocido como “LAS MONJAS”.
Saliendo de la fábrica “LA AURORA”, organizada por los obreros de dicha fabrica, en su mayoría provenientes de Hércules Queretaro, Salvatierra y Soria Guanajuato, con algunos de ellos las costumbres de sus lugares de origen, principalmente los provenientes de Salvatierra Gto., como lo son las “estrellas” y las “mojigangas” formando un mosaico multicolor digno de nuestro patrono SAN MIGUEL ARCÁNGEL, por petición del Sr. Cura REFUGIO SOLIS Y EL AYUNTAMIENTO de 1925, se instaló que este evento se realizara el sábado anterior a la festividad en la Parroquia que lleva su nombre. Para ello se vistieron 50 estrellas; entre ellas: “El Cometa”, “La Luna”, “El Sol”, “Los ojos de Santa Lucía” y “Las Siete Cabrillas”.
Esta tradición de estrellas fue traída de la fábrica de hilados y tejidos “LA VIRGEN” Villa de Hidalgo, hoy ciudad de Hidalgo. Debido al cierre de cultos por la guerra cristera, tan dura en el centro de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, no se volvió a realizar hasta el año 1929 cuando se volvieron a abrir los cultos apareciendo ya las populares mojigangas, siendo sus principales promotores. Sr. Camilo González Molina conocido como el Prisco y originario de Hércules, Qro. Y Don Evodio García Avilés más conocido como “El Prieto Evodio”.
Los trabajadores de la fábrica de textiles “LA AURORA”, esperaban con gran alegría la ALBORADA y organizaban verbena con grupos musicales, bandas de viento y bailes populares; todo esto se efectuaba esa noche, desde muy temprana hora comenzaban los preparativos, esperando la hora para iniciaría el desfile rumbo al jardín principal.
A las 3:30 a.m. se anunciaba la salida por medio de un cañón que se armó para esa ocasión, el responsable de manejarlo era Don Efrén Ayala, entre otros; se hacían acompañar de mecheros debido a la oscuridad de la Calzada Aurora, en el portón los esperaba un grupo de concheros comandado por Don Miguel Morales. También de la estación de Ferrocarriles, venían ferrocarrileros, algunos procedentes de Empalme Escobedo y Soria; entre ellos: Don Román y Luis Carrillo, Don Domingo Rivera Coronillas, Jesús Campos, Antonio Vázquez, Francisco Arias y Ladislao Arias, estas personas se encargaban de proveer pólvora y se distinguían por sus luces de bengala, Don Domingo era el responsable de detonar los petardos. Una vez que llegaban a la Parroquia siendo las 4:00 a.m. comenzaban la quema de cohetes, luces y petardos.
Del Valle del Maíz se daba la pólvora y el clásico castillo de Don Leopoldo Estrada Hernández con un grupo de albañiles; y otro gremio que aportaba pólvora, eran los “Tablajeros y Comerciantes”.
La alborada ha evolucionado encabezada por personas entusiastas y conservadores de estas tradiciones, herencia de nuestros antepasados. 

RESEÑA DE LA ALBORADA


La reseña de la alborada es una tradición joven, fue creada en el año 2000 por la maestra Gloria Rodríguez Navarrete, la idea era inculcar en los niños el amor y conocimiento de nuestras tradiciones y a su vez permitir a las personas mayores que ya no pueden desvelarse, disfrutar de una alborada.

El Grupo de Fiestas, Costumbres y Tradiciones” que ahora se ha transformado y se ha convertido en “Costumbres y Tradiciones de San Miguel” A.C. ha sido encabezada por: Mtra. Gloria Rodríguez Navarrete, Sr. Ramón Godínez Estrada, Sr. Guillermo Guzmán García, Lic. Patricia Villa, Profra. Ma. de los Ángeles Sandoval de Lara, Lic. Antonio Rayas Vargas, Arq. Mario Balderas Rodríguez, Ing. Martín González González y Don Ernesto Alcalá de la Fuente.

La idea original también es no olvidar los nombres de los fundadores de la Alborada y las circunstancias en que se forjó. La maestra Gloria, después de un año de trabajo, logró reunir un grupo de personas que la apoyaran para dar forma a esa idea.

Hoy mismo, después de 18 años, la reseña de la alborada,  se ha convertido en un evento que sigue recibiendo apoyos de personas muy estimadas que verdaderamente aman a San Miguel, como: Profra. Ma. Del Carmen Morales Pérez, Profra. Gabriela Rodríguez Chagoyán (los miembros de su ballet siempre han sido portadores de estrellas), Profr. Javier Deanda Vázquez, Alfonso Martínez González, Hermes Arroyo Guerrero, Patricio Espinoza Tovar y muchos otros enamorados de su pueblo que siguen incansables manteniendo estas tradiciones.

Fuente:  https://noticiasconvalorsma.com/2018/09/21/resena-de-la-alborada-2018/

miércoles, 12 de septiembre de 2018

De un códice al Cerro del Culiacán

Reportaje publicado el 30 de Mayo del 2016 por Ruth Meza.

Julio Jorge Celis investiga cada centímetro del cerro tratando de demostrar que se trata de la ‘Montaña sagrada’


En el Cerro del Culiacán se encuentran por lo menos 7 cuevas ‘misteriosas’./ Foto: Julián Pérez

A finales de los años 90, el arqueólogo e investigador Julio Jorge Celis Polanco, se encaminó a hacer un largo viaje hasta Guanajuato; siguiendo al pie de la letra, un códice: tratado de cartografía indígena, todo para comprobar que Aztlán, es el Cerro del Culiacán.
Julio Jorge inició sus investigaciones cuando era estudiante de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENHA), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), como parte de sus trabajos para realizar su tesis de Licenciatura, misma que después se convertiría en un libro completo y complejo de aproximadamente 500 páginas llamado: “La Montaña donde nació el Pueblo del Sol”, que ilustra y explica sin dejar lugar a dudas, por qué el cerro del Culiacán es Aztlán.

Asesorado por el ilustre Doctor Román Piña Chan, y en base a los trabajos inconclusos del famoso Antropólogo Paúl Kirchhoff (1960), Celis Polanco inició el trabajo para tratar de encontrar la “Montaña Sagrada”; origen de la mexicanidad, la cual, se ha pensado por años: que no existe, que es mítica.
Sin embargo, a través de los años, los historiadores e investigadores, y hasta aficionados a la historia, se han aventurado a descubrir el origen de los aztecas y dar con la “tierra prometida” de Aztlán.
Aztlán, o Aztatlan es el lugar donde habitaron los abuelos de los Aztecas, de los mexicas, de los primeros mexicanos, el lugar donde nacieron todas las culturas mexicanas.
“En los sesenta, el reconocido Antropólogo Paúl Kirchhoff compara y traduce las fuentes antiguas, con el Códice de la Historia Tolteca Chichimeca, que es un tratado de cartografía indígena, y es cuando se tienen las verdaderas bases para localizar el lugar buscado; el Teoculhuacán, Aztlán, Chicomoztoc, él dice que este lugar, se encuentra en la Región del Bajío de Guanajuato, a un lado del Río Lerma, es la montaña Culhuacán” explica Celis Polanco.
Inicia investigación



De acuerdo con el arqueólogo, basado en el Códice de la Historia Tolteca Chichimeca, en 1997 hizo un viaje de seis días a pie, desde Cholula hasta el Teoculhuacán Chicomoztoc Aztlán, en Guanajuato, el mismo viaje de seis días que hicieron, también a pie, dos embajadores toltecas, al Coalhuatepec, para pedir ayuda a los guerreros, antiguos chichimecas que vivían en Aztlán, eso les había ordenado su Dios, para que esos guerreros les ayudaran a ganar la guerra contra los xochimilca.
“La ruta y el camino que realizaron los embajadores toltecas, lo recorrimos físicamente, como un experimento comprobatorio, mis acompañantes fueron los “chalmeros”; son personas que hacen el recorrido a pie a chalma (...), me basé en el mismo códice de cartografía indígena en el que se basaron los toltecas y ¡llegué a Guanajuato!; cuando vi la montaña, no lo podía creer, dije: ¡sí es!, yo nunca la había visto antes” platicó Julio Jorge.
Desde que descubrió “la Montaña Sagrada”, no ha dejado de realizar observaciones y anotaciones de lo que ha descubierto, en lo que asegura, fue Aztlán, origen de los mexicanos.
Luego de años de investigación documental y de campo, el arqueólogo empezó a escuchar las leyendas de los actuales pobladores de las faldas del Cerro del Culiacán.
Incluso, los habitantes más viejos de Cañada de Caracheo, -un lugar “mágico” ubicado en las faldas del Cerro-, cuentan la leyenda que dice: que de una de las cuevas, hace muchos años, salió un “águila que hablaba” (Huitzilopochtli) y según el relato mítico-religioso, fue la misma águila que les dijo a los antiguos pobladores que fueran a fundar México.
El arqueólogo se dio cuenta que las leyendas coincidían con sus investigaciones y después se entusiasmó, cuando descubrió las cuevas en las que hay pinturas rupestres, restos de vasijas prehispánicas y hasta un perro xoloezcuintle momificado y restos humanos.
Todas las conclusiones confirmarían, lo que Paúl Kirchhoff había dicho ha
‘El arqueólogo rebelde’
Porta un gorro de explorador, polainas para protegerse de víboras y espinas que hay en el Cerro, un pañuelo rojo en el cuello, un machete en la cintura y una mochila de explorador que usa para llevar sus víveres en las visitas que realiza a la Montaña.
La gente de la zona lo conoce como el “arqueólogo rebelde”, por asegurar que en Guanajuato está el origen de las culturas mexicanas, a pesar de que la investigación no ha sido aceptada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA). Aunque sí por investigadores reconocidos de la UNAM y del Colegio de Michoacán.
El Arqueólogo, miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de la cual también es miembro activo de la Sección Académica de Investigación y Estudios Históricos, explicó que durante 500 años, ha habido personas que se han dedicado a buscar el origen de los mexicanos, la mayoría son “románticos o fanáticos de la historia antigua”, pero asegura, “muchos han malinterpretado las fuentes documentales o forzado los datos, algunos por “amor a la patria Chica” o por intereses políticos y afinidades ideológicas”.
Celis Polanco, cuenta en su libro, que es por eso que hasta en los Estados de Nayarit, Zacatecas, San Luis Potosí, Sonora, Sinaloa y hasta Nuevo México, en Estados Unidos, se disputa el origen de la mexicanidad.
Contó que incluso en Nayarit, los que conocen del tema, se molestan si les dicen que ahí no es el origen de los mexicanos, pues narra en su libro que “Chavero aseguró que Mexcantitlán, una isla ubicada en Nayarit, era el verdadero origen de los Aztecas, pero sin más respaldo que el nombre...
En un apartado especial, asegura que años después, hubo discusiones con respecto al origen de los mexicanos, y “en 1980, Raúl Romero Gallardo, en ese entonces director de turismo en Nayarit, aseguró que Nayarit era el origen de la mexicanidad, aún y cuando los estudiosos habían rechazado la teoría por falta de pruebas contundentes”, explica en su libro.
Y fue en 1982 que el entonces Presidente de la República José López Portillo, develó un busto en honor a su padre José López Portillo y Weber, donde afirma que Mezcaltitán, Pueblo de San Felipe Aztatán, es Aztlán....incluso lo hizo oficial, por ser Presidente de la República.
El arqueólogo platica en su libro, que de 1989 a 1990 el Gobernador en ese entonces en Nayarit, encargó un trabajo de investigación al arqueólogo Raúl Arana del INHA y en el cual también participó Celis Polanco, para localizar evidencias sobre el origen de la mexicanidad,pero no hallaron nada, “sólo basura del siglo de finales del XIX y XX” aunque el Gobernador les exigió que dijeran lo contrario..., incluso bajo amenazas.


De acuerdo con el libro de Celis Polanco, recientemente la Universidad de Barcelona (2007) y Argentina realizó un estido de ADN mitocondrial y antropología física de la morfología de los cráneos de los habitantes de Tlatelolco y Tenochtitlan de la época Azteca, con la finalidad de hacer un seguimiento de los genes de los Aztecas “y los resultados son asombrosos, pues los cráneos no coincidían ni con los del Sur, ni con los el Norte, sino de las cuencas de México en las Zonas Centrales, entre las cuencas del Sur de Guanajuato y Michoacán, justo donde está el Cerro del Culiacán” explica…

viernes, 17 de agosto de 2018

Reseña de la fiesta a Señor San Miguel

Este domingo 19 de Agosto se llevará a cabo la reseña de la fiesta a Señor San Miguel partiendo del Barrio de las Cuevitas, pasando por las calles Calzada de la Estación, Canal, Plaza Principal, para llegar a la Explanada del Jardín Principal.

Señala el comienzo de los preparativos para la Fiesta del Santo Patrón de la Ciudad, San Miguel Arcángel, en la que diferentes grupos de danzas indígenas, se encuentran para recolectar ofrendas en especie y pedir permiso a las ánimas para que haya buenaventuras para la próxima fiesta a finales de septiembre.

La tradición de pasear al buey adornado, es una evocación a los ancestros indígenas, quienes llevaban a las víctimas de sacrificio a brindar a sus dioses. El  buey se ofrece al Santo Patrono para engordarlo y una vez llegada la fecha de la festividad se sacrifica para convidar el alimento a los presentes.


Hace tiempo se acostumbraba llevarla a cabo el 15 de agosto, ahora esta celebración impregnada de sincretismo se ha trasladado al tercer domingo de Agosto.  La celebración se inicia prácticamente desde la víspera en el barrio de las Cuevitas. Ahí, en la casa de don Mónico Ramírez se lleva a cabo la velación,  se hace el trabajo de la cucharilla, los bastones y  los ramilletes. A este evento asisten las comunidades invitadas o para quienes regularmente constituye una devoción o un compromiso, lo que le llaman la palabra. Los asistentes se presentan con un ramo de flores o con una veladora y se le entrega a quien preside esta velación.


Anteriormente se les conocía como velaciones reales, solo participaban los mayordomos, los capitanes generales, dos concheros y el sargento, quien se encargaba de poner una serie de velas colocadas en cruz conocidas como la cuenta, para conocer si alguien llegaba con malas intenciones. Solo se hablaba un lenguaje, el de las conchas, era una gran fiesta espiritual donde se hacían curaciones. Aún se mantiene la esencia de esta ceremonia aunque ahora puede  participar toda la comunidad.
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Foto: Toño Rayas 
La reseña consiste en sacar el toro que se ha de sacrificar en la fiesta. Se acostumbra ir a lazarlo, para lo cual previamente se hace toda una ceremonia, luego se invoca al santo ladrón, San Dimas, y se sahuma bendiciendo  el mecate con que se le va  a lazar. Los indígenas ven en este acto toda una magia, aseguran quien ha de lazar el toro es guiado por el mecate que lo lleva al ganado seleccionado para tal ceremonia, ahí el toro indicado permanece agachado en espera de que sea lazado, todo por intercesión de las ánimas.
El día de la reseña es adornado  con flores de papel, collares de zanahoria, ajo, cebolla y toda la indumentaria para preparar un caldo, es llevado hasta la Parroquia de San Miguel Arcángel acompañado de danzas y conchas para pedir permiso de dar inicio a la celebración.
Después se dirigen al mercado Ignacio Ramírez, donde los comerciantes regalan fruta, flores y verduras que se la cuelgan a cuestas al toro.


De ahí la comitiva parte al Panteón Viejo, el de San Juan de Dios, se pide permiso a las ánimas que aguardan en la Santa Cruz ubicada en el interior del mismo, se solicita la autorización y se agradece con danzas.


Posteriormente en privado se hacen las peticiones a los demás puertos, sitios que resguardan dolor, ánimas y son punto de encuentro entre dos mundos, el terrenal y el espiritual. Los concheros han de acudir los domingos posteriores  con flores y velas al Puente del Fraile, al Puerto de Bárbaros,  al Puerto de Calderón y a un puerto ubicado en la explanada de El Llanito.



Fuente:
https://noticiasconvalorsma.com/2018/08/15/resena-de-la-fiesta-a-senor-san-miguel-2/

martes, 1 de mayo de 2018

Hacienda de Ciénega de Mata

La Hacienda de Ciénega de Mata de los Rincón Gallardo, se encuentra en el mero norte de Jalisco cerca de Ojuelos.



El caso es que dicen -y como todo en la historia, habrá que tratarlo con sus serias reservas- que allá cuando Hernán Cortés se dedicaba a adjudicar cuantas tierras pisaba, le otorgó -como si fueran suyas- al Marqués de Guadalupe Don José María Rincón Gallardo, en recompensa por los servicios prestados, “la Merced de las tierras” de los alrededores de Ojuelos, con la aprobación del Papa Alejandro VI  (?). Y dada la “cristianísima” actitud de Don José María, se le dotó de la friolera de unos 400 sitios (?) de labranza y pastoreo -casi del tamaño de alguno de los estados actuales- constituyéndose así el feudo de Ciénega de Mata, de los Rincón de Ortega, y más tarde Rincón Gallardo.



Una gran parte de la Historia de México, está todavía ahí acurrucada en la Hacienda de Ciénega de Mata, a unos cuantos kilómetros de Ojuelos, en la carretera que va rumbo a Aguascalientes. Es una belleza histórica y  pueblerina que no la deben de perder.



Orígenes
En la búsqueda de los orígenes de la familia Rincón Gallardo nos podemos remontar hasta principios del siglo XVII. Allá por 1601 localizamos a la rama de los Ortega en algunas mercedes que recibió por las Chinampas y por Peñuelas don Pedro Matheos de Ortega. La otra, la de los Rincón procedentes de la capital del reino, aparece cuando don Francisco Rincón se casó con doña María de Ortega, hija de don Pedro Matheos. De esta unión nacieron dos varones: Pedro y Agustín. Uno se consagró a la Iglesia: entró en 1620 al convento de los mercedarios como novicio, aunque después abandonó el claustro y entró al clero secular. El otro, Agustín, se consagró al gobierno: fue alcalde mayor de Aguascalientes y después corregidor de Zacatecas, y aunque se casó con doña Leonor Caballero, no dejó descendencia. Aquí se habría acabado la familia Rincón de Ortega, si no hubiera sido porque tenían un medio hermano de padre, don Juan Rincón de Vivar, a quien tocó la herencia de sus dos medios hermanos. ¿Pero qué heredó? El abuelo don Pedro Matheos de Ortega empezó a acumular mercedes de tierras: el 20 de febrero de 1601 recibió una merced en las Peñuelas, tres días después recibió otra en la Cañada de las Chinampas. Pasados cuatro años obtuvo permiso de regar sus labores de trigo, construir un molino de pan y fabricar un ingenio de beneficio de sacar plata en el puesto de Chinampas. Treinta años después sus nietos don Agustín y don Pedro fueron quienes compraron y mercedaron tierras en las jurisdicciones de San Miguel el Grande, Lagos, San Felipe, Aguascalientes, Pinos... Para 1652 sus propiedades deben de haber sido ya considerables, porque en este año don Agustín se comprometió a pagar 800 pesos por año, del diezmo de sus haciendas. El empeño de los Rincón de Ortega es notable: compran tierras, venden ganados, administran diezmos, patrocinan obras de beneficencia, compran esclavos, obtienen crédito. Desempeñan cargos públicos: como alcaldes mayores, justicias, miembros del ayuntamiento. O como autoridades religiosas, ya que el licenciado don Pedro fue cura beneficiado de Aguascalientes desde 1650 hasta su muerte. ¡Cuánta actividad! ¿Qué afán de acumular riquezas, para dejarlas después a la Iglesia? ¿Para qué fundar un mayorazgo cuando ninguno de los dos dejó herederos directos? Móviles de la época. Quizás incomprensibles para nosotros, pero no por eso menos valiosos.





Un primer empeño se les frustró a don Agustín y a don Pedro, de fundar un convento de padres carmelitas en la villa. Ya se habían empezado los cimientos del edificio que los había de alojar y 280 vigas y 300 morillos se habían contratado, cuando llegó una orden superior según la cual se negaba su instalación. Tanto esfuerzo no podía perderse: si no se dejaba a los carmelitas, que se permitiese venir a los franciscanos. Y todo su esfuerzo lo invirtieron en conseguirlo. El cura Rincón de Ortega, al morir su hermano Agustín, tomó para sí toda la responsabilidad. Pidió prestado para continuar la construcción del convento y separó parte de sus bienes para dotar la obra de los franciscanos.




Casi al mismo tiempo don Pedro Rincón de Ortega emprendió otra tarea: fundar un mayorazgo. En 1657, durante una de sus estancias en la ciudad de México, se presentó ante el notario para dictar su testamento y precisar las condiciones de fundación del vínculo de mayorazgo. El primer mayorazgo sería su hermano el capitán don Juan Rincón de Vivar y después lo heredarían sus descendientes. El vínculo se compondría de la extensión de tierra que valiera 60 000 pesos. Con este acto notarial se sentaron las bases legales que permitieron a los primogénitos de la familia Rincón de Ortega poseer indiviso durante dos siglos el latifundio de Ciénega de Mata. Pero la familia Rincón Gallardo, nombre que se adoptó cuando a falta de heredero hombre se hizo la transmisión a los hijos del matrimonio de doña Juana Rincón de Ortega con don Nicolás Gallardo, tuvo otros significados para la historia de Aguascalientes, aparejados al de gran latifundista. Durante generaciones fue la familia más importante en la región y su peso procedió no nada más de su poderío económico, sino de su actitud señorial. Adoptaron y se les reconoció una preeminencia nobiliaria, aunque el título no lo obtuvieron sino hasta 1810. Para obtener y conservar el lugar que ocuparon en la sociedad neogallega, contó mucho su presencia en la región, nunca se les consideró propietarios ausentistas. También fue determinante su actitud solidaria y paternalista con los habitantes de la zona: siempre estuvieron dispuestos a cooperar en las obras de beneficencia que se les solicitó, y en los tiempos de hambre y enfermedad no cerraron sus puertas a los desprotegidos. Guardaron al mismo tiempo la distancia necesaria para ser considerados diferentes, y hasta superiores: siguieron una estricta política matrimonial, no se casaron sino con sus iguales y se prefirió el celibato a un matrimonio degradante.



No se interesaron en obtener empleos o puestos en el gobierno, y cuando accedieron a ocupar algún cargo fue para cumplir con un deber, no para obtener un beneficio.

No todo fue fácil para los Rincón Gallardo. Al morir don Juan Rincón de Vivar dejó el vínculo tan gravado, que tuvo un concurso de acreedores. Su yerno don Nicolás Gallardo tuvo que hacer gala de eficiencia administrativa para sacarlo adelante. Pocos años después, su hijo Joseph —primer mayorazgo que llevó el apellido Rincón Gallardo— consolidó sus propiedades, al medir y componer las demasías que sus títulos no amparaban. Para obtener este beneficio dio al rey 1 900 pesos. El mes de abril de 1683, acompañado del escribano real don Diego de Galarreta, recorrió en carroza las propiedades del vínculo. Casi dos meses les llevó visitar todas las propiedades. El 10 de mayo partieron de la hacienda principal, que era la de Ciénega de Mata. El 28 de ese mes andaban por la hacienda del Tecuán y la de Encinillas.

El 9 de junio anduvieron por Ojo de Palacios, la hacienda de Los Remedios y los sitios de El Carrizal y Salitrillo, todo en la jurisdicción de San Felipe. El 11 recorrieron el puesto de Matanzas y el 14 llegaron a Aguascalientes, donde el mayorazgo tomó posesión de la hacienda de Peñuelas y entró a la sala, a la capilla y al cementerio. En Aguascalientes presentó los títulos de los sitios de Jonacatique, Morcinique, Horcones, San Nicolás de Chicalote, Cañada Honda, y el puesto Jaltomate. El 16 de junio llegaron a Chinampas.



Otro momento crítico se presentó en 1727 al presentarse la sucesión: la familia se encontró con que el primogénito era una mujer y reclamaba para ella el mayorazgo. Durante varios años estuvo el caso en litigio, hasta que el Consejo de Indias decidió que era la rama masculina la que tenía derecho a heredar el título. Mientras esto se dictaminaba, la administración de los bienes quedó en poder de doña María Teresa Rincón Gallardo y de su esposo don Miguel de Arteaga. Este pleito enseñó a la familia Rincón Gallardo los cuidados que debía tener al presentarse las sucesiones y nunca más tuvieron un conflicto de este tipo. Para evitarlo cuidaron siempre de dejar en herencia parte de los bienes que no estaban comprometidos, para los otros hijos, los que no tenían derecho sobre el mayorazgo.



lunes, 16 de abril de 2018

Cronista de San Miguel de Allende.

Les recomiendo la siguiente pagina del Cronista Luis Felipe Rodriguez Palacios.

Donde encontraran las historias y tradiciones que llenan a San Miguel de Allende


http://cronistasanmigueldeallende.blogspot.mx/






miércoles, 21 de marzo de 2018

San Miguel de Leyendas

Por Eva Luz Villalón Turrubiates

En Octubre, en que esperamos la ancestral visita de nuestros muertos, resurgen las leyendas en el pueblo. El escritor y folclorista español José Calles Vales define la leyenda como una producción tradicional, con una base histórica, pero cuyo argumento es necesariamente maravilloso o ficticio y su vocación poética y emocional. El poeta José María Merino dice que las leyendas ofrecen una memoria soñada en la que se conservan sombras y signos sin los que la historia no se podría entender del todo.

San Miguel es un pueblo de leyendas. Sus casonas, muros, calles y callejones nos hablan de su pasado legendario. Y no hay mejor tiempo para recordar esas historias que los días de otoño con su aire frío, las ramas desnudas de los árboles, las hojas secas y las lunas de la cosecha.



Las festividades del Día de Muertos inician el 31 de octubre con el Día de los Abrojos, es decir, de los niños que morían en el seno materno y no alcanzaban a nacer. El 1 de noviembre se recuerda a los niños que habían muerto tras su nacimiento y el día 2 a los fieles difuntos, día en el que todos en San Miguel vestían de luto.
El cronista sanmiguelense Félix Luna nos cuenta que en el pueblo se encendían hogueras para que las ánimas reconocieran el lugar en el que se les espera y entraran a disfrutar de su ofrenda. Como veían cansadas del camino, se les ponían jarritos de agua. También se encendían velas, se quemaba copal, se colocaba pan, fruta y comida y, si se tenía la posibilidad, hasta “se echaban cohetes, para que el ánima supiera dónde bajarse”.



La costumbre de ir a los panteones es muy arraigada. El primer panteón estuvo en el atrio de la Parroquia, pero después se construyó el hospital de San Juan de Dios con su panteón a un lado, del que sobrevive un pequeño lote. La mayor parte de las tumbas quedaron en lo que ahora es el DIF. Muchos años después vendría el Panteón de Guadalupe.
Don Félix Luna también contaba de la tradición del alfeñique, costumbre española heredada de los árabes. Además, se acostumbraba hacer figuritas de difuntos con una masa de elotes tiernos endulzada con miel y decorada con semillas. Estas figuras fueron sustituidas por el pan de muertos.



Caminando por San Miguel uno no puede menos que preguntarse cuál será la historia detrás de los nombres de algunas de sus calles, por ejemplo, del Callejón de las Ánimas. Pero son esas leyendas de los barrios, calles y plazas las que le dan sabor y color al pueblo. Mientras se camina por las callejuelas decoradas con papel picado y percibe la fragancia de los cempasúchiles, se puede entender por qué los fantasmas no han ido del todo del lugar en donde pasaron su vida. Nuestros fantasmas son los recuerdos del pasado de nuestro pueblo y quizás es por eso que nosotros tampoco los dejamos ir.
Y nos seguimos fascinando con esas historias que nos cuentan que en algún lugar de Los Picachos hay una cueva encantada y que dentro se encuentra otro San Miguel suspendido en el tiempo. Los pobladores de la región cuentan que por las noches se escuchan sonidos de una celebración: música, cantos, tamborazos, chirimías, cohetes y gran algarabía. Pero cuando un curioso quiere unirse a esa Boda Encantada, la música se va moviendo de lugar y el curioso jamás la alcanza, por más que la siga. A veces terminan llegando a la Cueva Encantada y cuentan que algunos curiosos que se han aventurado a entrar siguiendo a la procesión jamás han salido.



No son pocos los vecinos de la Cañada de los Aguacates que atestiguan haber visto una procesión de ánimas que bajan desde el Valle del Maíz y se dirigen al templo de la Cruz del Chorro, uno de los más antiguos de la ciudad.
En el Charco del Ingenio tenemos la leyenda de un espíritu travieso que habita en las profundidades de su manantial y que aparece tomando la forma del animal que desee. Es el Chan, guardián de las aguas y hay que mantenerlo contento, de lo contrario puede hacernos travesuras o, en el peor de los casos, llevarnos a las profundidades del foso. La gente del cerro de las Tres Cruces cuenta que allá también hay un Chan en su manantial que pone un plato de fruta flotando en el agua para jalar a la gente.



Y de las profundidades del Charco nos llega una de las leyendas más famosas, registrada por el escritor Leobino Zavala en su libro “Tradiciones y Leyendas Sanmiguelenses” con el título de la Leyenda del Descabezado. Ahí, en verso, nos cuenta que, en la quietud de las noches de luna llena, cuando las campanas de la Parroquia dan las doce, al sonido de la última campanada se escuchan los cascos de un caballo contra el empedrado de las calles.
Es el alma de un jinete que sale desde el Charco del Ingenio, baja por la Presa del Obraje, toma la Calzada de la Presa, cruza el puente de Umarán, recorre la Plazuela del Fresno para tomar por el Callejón del Colegio, pasa por el templo de la Salud, el Oratorio, la Casa de Loreto y sigue por la calle Santa Ana (ahora Insurgentes) y se pierde a lo lejos por el rumbo del cementerio de San Juan de Dios.
Le llaman El Descabezado y cuentan que quien lo ve se queda ciego, por lo que hay que cerrar los ojos y taparse los oídos si se tiene la mala suerte de toparse con él. Cabalga en un corcel negro que saca chispas del empedrado a su galope.
Dicen que es el fantasma de un noble señor que trataba muy mal a los empleados que tenía en un obraje cercano al Charco y que un día fue encontrado muerto y decapitado. Desde entonces comenzó a aparecerse galopando por el pueblo quizás buscando su expiación.
¿Explicarlo? – Dijo Carlos Fuentes. – No, creerlo nada más. México no se explica; sólo se cree, con furia y con pasión.

viernes, 9 de febrero de 2018

San Miguel de Allende. GTO.


San Miguel de Allende es una ciudad del estado mexicano de Guanajuato. Es parte de la macro región del Bajío.5​6​ Es cabecera del municipio homónimo y uno de los principales destinos turísticos de México. Se encuentra a una altitud de 1910 m y está situada a 274 kilómetros, de la Ciudad de México, a 97 km de la ciudad de Guanajuato, a 157 km de León, y a 142 km de Moroleón.

En 2002 se declaro a San Miguel como Pueblo Mágico,7​ siendo retirado este titulo en 2008 debido a que el 7 de julio de 2008 fue inscrita por la Unesco como Patrimonio cultural de la Humanidad, bajo el título de Villa Protectora de San Miguel y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, la distinción se otorgó debido a su aporte cultural y arquitectónico al Barroco mexicano y a su importancia en la lucha de Independencia de México de España.8

En 2017 fue nombrada por la revista Travel + Leisure como la mejor ciudad del mundo por su calidad en el servicio, amabilidad, gastronomía, limpieza, experiencia de compras y movilidad además de su gran aportación cultural, belleza arquitectónica, y lugares de diversión.

Historia:
Fundación
La ciudad fue fundada en 1542 por el monje franciscano Fray Juan de San Miguel, quien bautizó el asentamiento como San Miguel el Grande. Era un punto de paso importante del Antiguo Camino Real, parte de la ruta de plata que se conectaba con Zacatecas.

El pueblo se destacó prominentemente durante la Guerra de Independencia de México. Ignacio Allende, nativo de San Miguel, fue un líder clave en la guerra contra la dominación española. Capturado cuando marchaba hacia Estados Unidos en busca de armas, fue juzgado en Chihuahua, sentenciado y fusilado. Su cabeza fue expuesta en uno de los ángulos de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato junto a las de Miguel Hidalgo, Juan Aldama y Mariano Jiménez. La población de San Miguel el Grande fue elevada a ciudad el 8 de marzo de 1826 y cambió el nombre por "San Miguel de Allende" en honor al héroe nacional.



Decada de 1900
Para la década de 1900, San Miguel de Allende estuvo a punto de convertirse en un pueblo fantasma. En 1926 fue declarado monumento histórico por el Gobierno mexicano, por lo que desde entonces el desarrollo en el distrito histórico está restringido para conservar el carácter colonial del pueblo.



Durante la década de 1950, San Miguel de Allende se convirtió en un lugar turístico conocido por su bella arquitectura colonial y sus fuentes termales. Después de la Segunda Guerra Mundial, San Miguel comenzó a revivir sus atractivos turísticos cuando muchos soldados norteamericanos fuera de servicio descubrieron que los servicios educativos de instituciones de EE. UU. acreditaban al Instituto Allende (fundado en 1950), por lo que se garantizaba la educación de su familia, dado lo cual empezaron a pasar largas temporadas en esta ciudad.

El lugar es famoso a nivel mundial por su clima templado, los ojos de agua termal y su arquitectura. San Miguel de Allende ha atraído una gran comunidad de residentes extranjeros, que componen gran parte de la población.


San Miguel cuenta con numerosas iglesias católicas con fachadas hermosas de cantera, pero la más espectacular, la Parroquia de San Miguel Arcángel, Convertida en el símbolo de la ciudad; esta interesante mole de cantera rosa, fue construida en el siglo XVIII con una portada en estilo barroco. Hacia 1880 se le sobrepuso la nueva fachada neogótica, realizada por el maestro Ceferino Gutiérrez, en la que sorprende la genial disposición de arcos ojivales, columnas y nichos con esculturas estilizadas. El interior del templo, de planta de cruz latina y decorado al estilo neoclásico, conserva algunos lienzos con temas religiosos que han sido atribuidos a los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez. Se localiza frente a la Plaza Principal.

jueves, 31 de julio de 2014

Un México revolucionario vivió (y casi participa) en la Gran Guerra

Durante los años de la Primera Guerra Mundial, México tuvo dos presidentes y 'estrenó' una nueva Constitución

Las revueltas producto de la Revolución Mexicana se extendieron por más de nueve años, hasta 1920 (EFE/Fondo Archivo Casasola/INAH).

Lunes, 28 de julio de 2014 a las 06:30 (CNNMéxico) — Una historia de espías y traiciones -nacionales y extranjeras- se vivía en México y en el mundo en la primera década del siglo XX.

Era 1914, y mientras México estaba en medio de la Revolución y buscaba constituirse como una nación y construir un gobierno estable y de leyes, en Europa se gestaba el primer gran conflicto mundial.

Durante los cuatro años que duró la Gran Guerra (1914-1918) México tuvo dos presidentes: Victoriano Huerta y Venustiano Carranza. El primero llegó gracias a una traición.

En 1913, Huerta capturó y asesinó al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez en un episodio conocido como la Decena Trágica. 

Aliado con el general Félix Díaz (sobrino del expresidente Porfirio Díaz) y Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México, Huerta dio un golpe de Estado.

El 19 de febrero de 1913 Huerta asumió la presidencia de México con la misión de apaciguar a los seguidores de Madero y traer paz al país. Pero no contaba con que desde su despacho en el gobierno de Coahuila, Venustiano Carranza armaba un ejército para derrocarlo.

A través del Plan de Guadalupe, Carranza desconoció el gobierno de Huerta y organizó a los sublevados en el Ejército Constitucionalista que tenía cuatro divisiones lideradas por Álvaro Obregón, Francisco Villa, Pablo González y Emiliano Zapata. Juntos derrocaron a Huerta, quien dejó el poder el 15 de julio de 1914 y se exilió en Barcelona, España.

Así como en México el asesinato de Madero había provocado nuevos conflictos, en Europa, el 28 de julio de ese año iniciaría, tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, la Primera Guerra Mundial.

Dos conflictos, dos continentes

1914 y los años que le siguieron –hasta noviembre de 1918 que terminó la Gran Guerra – no fueron de tranquilidad ni para México, ni para las potencias europeas.

Los aliados Francia, Inglaterra y Rusia luchaban contra otro bloque de potencias: Alemania, Austrohungría, el Imperio otomano (la actual Turquía) y Bulgaria.

En mayo de 1915 el barco británico Lusitania naufragó tras un ataque alemán; ese mismo año Italia entró a la guerra del lado de los aliados.

Mientras, de este lado del Pacífico, 1915 fue el año de las disputas, el hambre y el caos político. Los antes aliados constitucionalistas peleaban para solucionar sus demandas: Villa y Zapata por la repartición de la tierra y Carranza y Obregón por establecer un gobierno.

En 1917, tras celebrarse elecciones, Carranza ganó la presidencia y creó una nueva Constitución, que consagraba las garantías individuales, soberanía sobre los recursos de la nación y los derechos campesinos y obreros.

Para entonces los alemanes, bajo el gobierno del káiser Guillermo II buscaron un aliado en América para debilitar a EU: México.

Agentes secretos alemanes se acercaron al exiliado Victoriano Huerta que aceptó ayudarlos a vencer a Carranza, para que México se aliara con Alemania contra EU.

Huerta viajó de España a EU, pero fue detenido en Texas y encerrado en una prisión donde murió tiempo después. Los alemanes no se dieron por vencidos y buscaron a Villa quien con armamento alemán atacó Columbus, Nuevo México, lo que provocó que militares de EU entraran a México para buscar a Villa, sin éxito.

Entonces vino un tercer intento. El 16 de enero de 1917, el secretario de asuntos exteriores del Imperio Alemán, Arthur Zimmermann, envió un telegrama al embajador alemán en México, Heinrich von Eckardt, para buscar un acercamiento con el gobierno de Carranza.

En el famoso telegrama, el gobierno alemán pedía a su embajador que hablara con Carranza para convencerlo de entrar en guerra con Estados Unidos, a cambio, Alemania inyectaría fluidez a la economía mexicana y regresaría a México los estados de Arizona, Texas y Nuevo México, perdidos en la guerra de 1847.

Cuando Venustiano Carranza se enteró del ofrecimiento alemán, organizó una comisión especial para informarse del asunto y tomar una decisión.

Recuperar el territorio perdido era una buena oportunidad para el país, pero eso significaría guerra con Estados Unidos en un momento en que México aún enfrentaba división interna, por lo que Carranza rechazó la oferta.

1918 fue un año de pérdidas para el imperio Astrohúngaro. Estados Unidos interviene militarmente en la guerra, lo que hace definitiva la victoria de los aliados. La Gran Guerra terminó el 11 de noviembre a las 11 de la mañana.

En México, Carranza gobernaba con una nueva Constitución. Para 1919 Estados Unidos había reconocido su gobierno y parecía que después de nueve años de revueltas el país se encaminaba a la paz. 

lunes, 12 de noviembre de 2007

Lonches Amparito (Actualización 2018)



Una Tradición para quienes vivimos en Guadalajara. Desde 1957, con sus ya conocidos lonches de Pierna (Carnitas), Lomo, Jamon, Panela, Queso Amarillo, Queso Puerco y Queso Adobera. Con Aguacate y Chile Jalapeño. 




Asi con sus variaciones de Tostadas o Sandwich. 


Se ha convertido en un icono del centro Tapatio ademas de visita rigurosa de turistas y personas del buen comer.


Ubicada en la Calle Gerardo Suarez No. 5 esquina con Morelos (Plaza Tapatia); es el unico lugar donde se venden estos lonches. 
No tienen surcusales, aunque hay unos vivales que se aprovechan de la fama y han colocado locales usurpando el nombre y aprovechando la fama ya ganada.









Si necesitan mas informacion puede vistarlos o llamarles, le dejo los datos:







Lonches Amparito
Gerardo Suarez No.5
Col. Centro
Sector Juarez C.P 44100
Tel. Directo:     3613.0143
Cels: 044 (33) 3138.9252
                 (33) 3409.7889

Horarios
Lunes a Viernes de 8:00 AM a 8:00 PM
Sabados de 8:00 AM a 8:00 PM
              










En este año estan celebrado su 55° Aniversario.








Enlaces:

http://www.somosjalisco.com/Gastronomia.htm
http://robotania.com/2008/11/lonches-amparito/
http://ciudadanomx.blogspot.com/2008/12/amparito-los-mticos-lonches-de.html
http://www.guialaperla.com/index.php?idCont=1279&type=blg&idPost=37