lunes, 23 de diciembre de 2013
jueves, 8 de agosto de 2013
Estudio explica por qué ingenieros, programadores y científicos son antisociales.

Llega a la oficina o laboratorio y se sienta en silencio a trabajar, a veces, aislado en sus audífonos. Nunca recuerda los cumpleaños y aunque lo haga, no saluda. Le cuesta interactuar con los demás y, cuando lo hace, nos sorprende por su carencia de tacto ante situaciones sociales.
Si esta descripción te es conocida, probablemente tengas algún amigo científico, ingeniero o programador cuya falta de empatía -por no llamarle antisocial- trasciende fronteras. “¿Por qué este sujeto es incapaz de ponerse en los zapatos de los demás?”, suele ser una pregunta frecuente ante sus reacciones.
La respuesta: no puede pues, para ser un profesional exitoso, su cerebro debe funcionar así.
Esta es la asombrosa conclusión de la Universidad de Case Western Reserve en Estados Unidos, tras determinar que cuando el cerebro humano se aboca por completo a una tarea que requiere sus habilidades analíticas, sus habilidades sociales simplemente se van de vacaciones.
El estudio, conducido por el profesor de ciencias cognitivas, Anthony Jack, postula que, normalmente, una persona se mantiene en equilibrio entre dos redes neuronales definidas: una para el razonamiento lógico y la otra para atender nuestras necesidades sociales.
Por desgracia, los experimentos del equipo concluyeron que la mente humana no puede atender ambas redes al mismo tiempo, por lo que al trabajar con una, la otra es suprimida.
“Es parte de la evolución de nuestra estructura cognitiva. El pensamiento empático y analítico son, al menos hasta cierto punto, mutuamente excluyentes en el cerebro”, explicó Jack.
El hecho de que el cerebro tuviera dos modos de razonamiento diferentes era un concepto ya conocido. De hecho, una teoría postula que una de las redes está construida para realizar tareas dirigidas, mientras que la otra permite a nuestra mente divagar. Otra versión afirma que en realidad una de ellas maneja la atención externa, mientras que la otra se dirige a la atención interna.
Pero independiente de las interpretaciones, este nuevo estudio que ya sea que se nos presenten problemas analíticos o sociales -ambos estímulos externos- el cerebro elige la red adecuada para procesarlos, suprimiendo automáticamente la otra, algo que que el equipo comprobó analizando patrones de respuesta por medio de una resonancia magnética en 45 sujetos de prueba.
“La desconexión entre nuestro entendimiento experimental y nuestro entendimiento científico se conoce como la ‘brecha explicatoria’. En 2006, el filósofo Philip Robbins y yo concebimos una teoría bastante loca: que la brecha explicatoria está determinada por nuestra estructural neuronal. Ahora me sorprende percatarme de cuán coherentes son estos resultados con aquella teoría”, consignó Jack al portal científico Science Daily.
“Esto demuestra que las personalidades científicas realmente dejan algo fuera: la sensibilidad humana. Un gran desafío para la ciencia cognitiva ahora será cómo podemos traducir mejor las descripciones mecánicas frías y distantes que produce la neurociencia y el entendimiento intuitivo y emocional que nos permite relacionarnos entre nosotros como personas”, sentenció.
Desde la depresión hasta el autismo
Pero el hallazgo no sólo permite saber por qué nuestro colega tan genial en el trabajo es, a la vez, tan raro en los eventos. También abre un nuevo campo de investigación para los desórdenes neuropsicopáticos, que van desde la ansiedad y la depresión hasta la esquizofrenia, todas las cuales son disfuncionalidades sociales de algún tipo.
Más aún, la nueva teoría permitiría comprender mejor condiciones como el autismo -que presenta una altísima capacidad para resolver problemas visual-espaciales y para manipular figuras de dos y tres dimensiones, pero con habilidades sociales muy pobres- o por el contrario, para el síndrome de Williams -que presenta individuos cálidos y amigables, pero deficientes en habilidades visual-espaciales.
Y yendo aún más lejos, el descubrimiento también explicaría por qué algunos individuos, imbuidos en sus labores, pueden alejarse de sus principios morales.
“Quieres tener a un Gerente altamente analítico en una empresa para que la dirija eficientemente, pero este sujeto puede extraviar su brújula moral si se queda pegado en este tipo de razonamiento. ¿Cómo ese mismo Gerente pudo ser tan ciego para no percatarse de la crisis de relaciones públicas que iba a provocar su decisión de despidos masivos para recortar costos?”, plantea Jack.
“Nunca podrás usar ambas redes al mismo tiempo, pero lo que debemos tratar es de circular eficientemente entre ambas, y sobre todo emplear el mecanismo de razonamiento correcto, para la situación adecuada”, concluyó.
Nota según mi opinión: Esto solo pasa en la mayoría de los casos no todos.
lunes, 29 de julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
OPINIÓN: ¿Endulzantes?, no lo hagas, solo estás engañando a tu cuerpo...
miércoles, 17 de julio de 2013
¿Mejorar tu desempeño laboral es uno de tus própositos? Inicia por reorganizar tu tiempo e imagen.
Por: Fernando Hidalgo/Revolucionare
1. Mantén un lugar de trabajo ordenado
La organización del tiempo es un aspecto básico para comenzar el año con el pie derecho y cumplir tus propósitos laborales.
Los beneficios de utilizar bien tu tiempo son: trabajar de manera relajada, te vuelves más productivo y mejora la comunicación cuando trabajas en equipo. Además, disminuye la necesidad de supervisión, de acuerdo con un artículo publicado por la revista Dinero Inteligente de diciembre 2012.
El primer paso lograr esto es ordenar tu espacio de trabajo.
Elimina todos los papeles no relevantes, ya que ocupan un espacio en tu cajón y en tu mente. Clasifica en folders la información que consideres importante, compra un organizador de plástico y ahí mete todas las plumas, marcadores, gomas, uñas de escritorio, lápices y todo lo que uses de manera regular.
2. Anota tus pendientes en un solo lugar
Puedes utilizar tu computadora (la sección de tareas del Outlook funciona bien), una tablet, tu celular o una hoja diaria con todos tus pendientes.
Una vez hecho el traspaso de pendientes a un solo lugar, ya tienes que acordarte de una sola lista.
Después, realiza un presupuesto de tiempo, define qué harás en primero, segundo, tercer lugar y así sucesivamente.
3. Controla las interrupciones
Tu jefe se acordó de esa junta súper urgente en la que tiene que presentar información del año y que tienes media hora para preparar.
Anota el pendiente, si de verdad es muy urgente hazlo en el momento.
4. Lleva un registro de tiempo
Registra las actividades que vas cumpliendo y el tiempo que le dedicaste.
Al final del día tendrás la tranquilidad de que terminaste todo lo que planificaste y que cumpliste todo lo que te propusiste.
5. Mejora tu imagen personal
La imagen personal es otro elemento importante que contribuye al éxito profesional. Por eso, aprovecha las rebajas que hay a principio de año y renueva tu guardarropa.
Antes, las rebajas en las tiendas departamentales comenzaban en cuanto se iban los Reyes Magos.
Ahora se adelantan al primer día de enero. Inician con rebajas un poco tímidas y para el día 10 ya empiezan nuevos descuentos.
Una vez salvado ese obstáculo, haz la lista de la ropa básica para aprovechar la temporada.
En lugar de ir a comprar los saldos de los colores más extraños, concéntrate en las camisas blancas que, salvo algún cambio en los cuellos y los puños, no pasarán de moda.